domingo, 28 de febrero de 2016

ALGO FALLA EN EL PLAN DE ZIDANE

Cuando Rafael Benítez fue destituido se tenían dos puntos de desventaja con el Barcelona por un partido pendiente que se tenía contra el Sporting, puntos que al final ganarían y que hoy se han convertido en 9 que sin que los blaugranas jueguen aún la jornada 26.

Zinedine Zidane llegó al equipo y todo parecía ir sobre ruedas ya que ganaron 5-0 contra el Deportivo de la Coruña y en ese momento todos soñaron con un Real Madrid capaz de todo. Todos en ese momento se enfocaron en Chamartín, pero pocos vieron lo que hacían en Cataluña. Ganaron en esa misma jornada contra el Granada 4-0 y a partir de ahí no volvieron a perder, por lo que hoy se colocan con esa diferencia.

Sin embargo, los merengues empataron en la jornada 21 contra el Betis, dejaron ir puntos claves, ahí subió la cuenta a cuatro de diferencia. Semanas más tarde volvieron a empatar contra el Málaga y se despegaron por seis unidades. 

A esto hay que sumarle la gota que colmó el vaso: el partido de ayer, el derbi. El Madrid dio una mala imagen en un partido que a todo madridista como yo le gusta ganar. El resultado final hizo saltar las alarmas y las críticas a los jugadores, al presidente y al entrenador se disparan. Veremos a ver cómo arregla Zidane esta situación.













martes, 23 de febrero de 2016

RESUMEN Y SITUACIÓN DEL REAL MADRID

Aquí os dejo el resumen del Málaga-Real Madrid, y la mala situación que pasa el Real Madrid fuera de casa, que lleva varios partidos alejado del Bernabeu sin buen juego:

Una Liga menos y un derbi sin gas. Dos consecuencias devastadoras para el Madrid, al que el Málaga le bajó los humos y la moral con un partido valiente y completo. El empate se le quedó corto. Cristiano, de nuevo en off, falló un penalti crucial y sólo Marcelo y Modric resultaron andamio para un equipo discapacitado en el centro del campo que queda a la deriva en el campeonato.

En Málaga asomó de nuevo el anverso del Madrid, que lejos del Bernabéu sigue derrapando. Sucedió en La Rosaleda, donde se vio muy expuesto a un Málaga agigantado, entregado a la causa, con nervio y con un plan. El Madrid, como en tantas ocasiones, se dejó en casa la autoridad y la continuidad en el juego. Antes y después de que Cristiano le adelantara con un remate en el que sólo resultó limpio el salto. El cabezazo se envenenó entre la cabeza y el hombro del portugués, que estaba en fuera de juego.
Un tanto muy poco descriptivo del partido, en el que el Málaga, conducido por Camacho, siempre tuvo respuestas. Presionó arriba buscando la emboscada, y dejó muy en evidencia a Kroos y Kovacic, que se desplomaron ante la hiperactividad de su línea de creación. Ni uno ni otro gozan de las capacidades de escapista de Modric. También se manejó excelentemente con la pelota, con desplazamientos verticales que el centro del campo del Madrid fue incapaz de rastrear.





Isco resultó más trabajador que concreto. Hemos aprendido a medirle en kilómetros y esa revolución industrial a la que se ha visto sometido ha reducido mucho sus ocurrencias. Las tuvo al comienzo, cuando partió como nueve, con Jesé y Cristiano en los flancos, y a ratos en la segunda mitad. Fue el más atinado del tridente. Jesé, que no se ganó el compromiso de permanencia, se estrelló con Kameni en dos mano a mano. Cristiano estuvo a otra cosa a excepción del gol. Ahí sigue siendo la reserva federal del Madrid, aunque un minuto después errara un penalti que Weligton le hizo a él mismo. Kameni le estaba esperando.
Mientras, el Málaga tuvo muy abierto el grifo de las ocasiones. Kroos le regaló una a Juanpi, que se sintió impresionado por su soledad y acabó pegándole al suelo. Horta tampoco metió bien su izquierda con Keylor vencido. Y Cop aún trata de explicarse cómo entre Keylor, con su salida, y Ramos, sobre la línea, le limpiaron el empate.

El Madrid, sin pelota, se vio atrapado en imprecisiones, desajustes y desatenciones. Los centrocampistas no fueron dique, los centrales se vieron desbordados. Casemiro asistió a la función atónito en el banquillo. Debieron llamarle para esta misión. Cada pase largo del Málaga resultó una tortura. Sólo Marcelo tuvo algunos arranques de pronóstico reservado.

El Madrid no encontró avituallamiento en el descanso, retiró a Jesé y empató el Málaga en centro de un central (Weligton) y remate de otro (Albentosa). Hasta ese punto tenía encogido al Madrid. Y esta vez no llegó la carga final. Lucas Vázquez no mejoró a Jesé, James no acudió al rescate. Y Keylor se vio muy exigido en remates de Horta y Charles. El efecto Zidane acaba en fuego de artificio en esta Liga. La Champions ya es el único blanco  y con la actitud de La Rosaleda, está fuera del alcance de tiro.

RESULTADOS JORNADA 25

Resultados de la jornada 25:


martes, 16 de febrero de 2016

RESUMEN JORNADA 24

El Bernabéu sigue enamorado de su Madrid de Zidane, que le regaló otra goleada ante un Athletic que en la primera parte dio la sensación de poder sacar algo positivo de Chamartín. Pero en la Casa Blanca la llama sigue encendida y la afición acude a ver a los suyos con dos corazones por ojos, como el icono del WhatsApp. Si alguien se lo sigue preguntando a estas alturas, con el Barcelona a un punto engañoso y a siete posibles, la respuesta es sí. El Real Madrid sigue creyendo en la Liga.
El partido fue de patio de colegio, pero en sentido positivo. De disfrutar, de área a área, de vivir por el gol como sustento único de la felicidad inmediata, de jugar como los niños, esos que salen a divertirse y que aún no han adquirido el vicio del resultadismo ni el 'intenso' antifútbol. Salieron al césped los de 6ºA y los de 6ºC, los actuales representantes de una rivalidad centenaria, y rindieron homenaje a sus mayores con un partidazo.

Sonó en el Bernabéu la cara A del disco del Madrid de Zidane, la que baila el madridismo, y no la cara B, la de los viajes, la que suena más a psicofonía que a música celestial. En el minuto 3 ya ganaban los blancos con gol de Cristiano, el peligro de la clase. Recibió un buen pase de Benzema y lo hizo aún mejor. Recortó a Etxeita, que le miró más que cubrirle, y soltó un zapatazo a la escuadra contraria.
El orgullo rojiblanco le hizo reaccionar allí donde otros se hubieran dejado llevar, viendo caer goles en su casillero durante todo el recreo y pensando aquello de "hoy tampoco es el día". Y su valentía obtuvo premio. Varane y Keylor jugaron al teléfono escacharrado, uno cedió mal, el otro salió a la nada y la bola acabó en los pies de Eraso, que empató a los 10 minutos. El error del central era incomprensible y menos en él. Pero hay días que te levantas y no aciertas ni a echar la leche en el vaso. Varane acabó expulsado por primera vez, pero eso fue más tarde.


 


Pudo ser mejor aún la reacción de los de Valverde si Aduriz hubiera hecho diana en alguno de sus dos conatos de incendio. El primero se lo apagó Keylor y el segundo se quedó en el cortafuegos del larguero. Aritz, 35 años recién cumplidos, sería en clase el típico niño valiente que cabecea la pelota de reglamento demasiado hinchada por el profesor como si fuera de gomaespuma.
Pero al Madrid no se le puede tratar con terciopelo y pétalos de rosas porque enseguida saca el látigo y te castiga. James se sacudió las malas notas y los malos comentarios de los últimos tiempos con un zurdazo al palo largo y una carrera al córner tirándose de la camiseta. Una celebración a cuyas espaldas había más que un gol. Y justo en el segundo antes del descanso, Kroos remató el partido culminando una buena jugada de combinación. No había hecho menos el Athletic, pero el talento se estaba desbordando en la clase de al lado. Y contra eso no se puede pelear.
Aún coleaba el tanto del alemán en la reanudación a ambos lados de la divisoria. Los locales se calmaron y los visitantes creyeron un poco menos. El ritmo decayó, pasamos de clase de Gimnasia y de sudor sin control a una de Ciencias Naturales en la que se calculaba el esfuerzo del cuerpo humano. Vamos, que las fuerzas no eran las mismas. Y así fueron pasando los minutos hasta el tramo final en el que volvió a pasar de todo.
 
Varane vio la roja, Carvajal pasó de la izquierda a la derecha y de nuevo a la izquierda sin marearse en los cambios de carril y demostrando que vale para un roto y para un descosido, Cristiano hizo su segundo de la tarde a pase de Lucas y Elustondo cerró el marcador para contarle a sus nietos que marcó en el Santiago Bernabéu. A saber en qué formato se lo enseña y si los chavales oirán hablar de YouTube como nosotros del NO-DO, pero nadie le podrá quitar a Gorka la hazaña.
El Athletic visitará Marsella con preocupación por su puesto europeo y con la sensación de haberse quedado a medias. De haber tenido más puntería, de haber acertado más en los momentos claves, quizás hubiera celebrado algo más que dos goles.

En Chamartín todos tan contentos. El equipo con los tres puntos, Cristiano con su Pichichi, Lucas y Nacho con sus minutos y hasta Isco con las rotaciones. Zidane sigue provocando mariposas en el estómago de los suyos y todas esas cosas tan moñas que nos inundarán mañana, pero sin perder de vista el gran objetivo, su primer gran examen. Todas las cajas de bombones conducen a Roma.

martes, 2 de febrero de 2016

RESUMEN JORNADA 22

He elegido como mejor partido el Barcelona-Atlético de Madrid. Aquí os dejo el resumen:


El Barcelona dio un zarpazo a la Liga frente al Atlético en el Camp Nou (2-1), en un partido que tuvo de todo y que finalmente deja al Barça con tres puntos de ventaja sobre su rival y con un partido todavía pendiente. De inicio se vio un gran Atlético, apretando arriba e incluso sereno con el balón. La valentía le dio al equipo rojiblanco el premio del gol de Koke, pero aguantar ante este Barcelona es misión casi imposible. El cuadro de Luis Enrique termina desnudando a su rival de una manera o de otra. Una gran jugada colectiva la finalizó Messi para empatar y unos minutos después, Luis Suárez fue mucho más listo que Giménez para recibir un pase de Alves y batir a Oblak. Con el Atlético contra las cuerdas, pero todavía muy vivo, Filipe Luis cometió un error que lastró a su equipo. Se pasó de vueltas, puso los tacos sobre la rodilla de Messi y Undiano le expulsó. Todavía, aún así, se rehizo el Atlético y mostró hechuras de equipazo, pero otro error individual, esta vez de Godín, dejó al Atlético con 9. Aquella montaña era ya imposible de escalar incluso para un grupo que nunca perdió la fe.

El comienzo del Atlético fue de equipo grande. Mordió arriba y no se vio intimidado ni por la grandeza de su rival ni por la de su estadio. Se esperaba seguramente un Atlético que se refugiara en su campo, pero en lugar de eso, optó por presionar y dificultar la salida de balón azulgrana. Como en la alineación Simeone optó por un solo delantero, se reclamaba protagonismo a los hombres de segunda línea, y esos hombres aparecieron. Saúl remató muy pronto cerca de la escuadra de Bravo, pero el chileno respondió de forma magnífica. Fue el propio Saúl quien fabricó la jugada del 0-1. Cabalgó por la derecha y centró al área, donde Koke apareció solo y no tembló ante Bravo. Se adelantaba el Atlético y, por lo que sucedía en el césped, no extrañaba.

Pasaron todavía unos minutos hasta que el Barcelona pudo cogerle el aire al encuentro, porque el Atlético había ido al Camp Nou a ganar. Un disparo de Augusto pasó cerca del palo de Bravo, que veía el peligro mucho más de cerca que su colega Oblak. Con todo, resulta prácticamente imposible contener a este Barcelona completamente, y más si cabe en el Camp Nou. Poco a poco, el cuadro azulgrana fue empujando y el rojiblanco cediendo metros, aunque siempre manteniendo el orden. Le costó al Barcelona encontrar el hueco, pero lo logró por insistencia y porque tiene futbolistas fabulosos. En pleno asedio, el Barça fabricó una gran jugada. Robó Mascherano y conectó con Neymar. El brasileño vio que Jordi Alba le doblaba, se la puso y el lateral recortó. Giménez fue al suelo quizá muy rápido, Jordi Alba centró raso y Messi apareció para colocar la pelota junto al palo. Necesitó el Barça de toda su inspiración para romper el mejor cerrojo de la Liga.



En plena avalancha azulgrana, con el Atlético ya algo acogotado, Luis Suárez explotó la debilidad de Giménez para hacer el 2-1. Alves dio un pase entre los centrales y Luis Suárez lo hizo de cine ante su compatriota, sospechoso en los dos goles azulgranas. Le ganó el metro suficiente como para meterle el cuerpo, protegió el balón y remató raso, entre las piernas de Oblak. Los minutos previos al descanso fueron letales para el Atlético, que sufrió otra pésima noticia antes de que se cumpliera el minuto 45. Estaba tocado el Atlético, pero al fin y al cabo estaba vivo, cuando a Filipe Luis se le cruzaron los cables. Acudió con todo, con los tacos por delante, en un balón dividido ante Messi. La entrada fue muy fea, a la altura de la rodilla, y Undiano no lo dudó: tarjeta roja, con buen criterio.


 La expulsión se interpretó como el fin del partido, pero el Atlético decidió que ese encuentro todavía tenía que jugarse. Tuvo mucho mérito lo que hizo el equipo de Simeone en el segundo acto, tanto o más que lo que hizo en la primera mitad, pues ahora estaba en inferioridad numérica y por debajo en el marcador. Era el contexto ideal para bajar los brazos y poner cualquier tipo de excusas. Eso no va con el Atlético, que dejó la sensación durante un buen rato de que quien estaba con un jugador menos era el Barcelona. Carrasco y Saúl corrían por tres, y Juanfran aguantaba el tipo más que bien ante Neymar y además daba trabajo a Jordi Alba. Griezmann tuvo una ocasión clarísima para el empate tras un centro de Carrasco. El pie de Bravo resultó milagroso, de esas paradas que un portero hace cuando tiene el santoral de cara.
Comprendió entonces el Camp Nou que aquello todavía había que finiquitarlo, que aquel trabajo no estaba terminado. Asustaba el Atlético, cuando su gran trabajo colectivo fue de nuevo penalizado por un error individual. Con una tarjeta amarilla, Godín hizo una dura entrada a Luis Suárez que significó la segunda. El Atlético se quedó con 9, ahora ya sí ante un imposible. Eso sí, aguantó el tipo de forma estupenda y demostró que se trata de un equipazo, juegue con 11, con 10 o con 9. El Barcelona, por su parte, se fue con los puntos, que no es poca cosa. No deslumbró como en otras ocasiones, pero sigue pegando fuerte. Su delantera es de las que da muchos puntos y muchos títulos. En ese camino va de nuevo.


























































miércoles, 20 de enero de 2016

RESUMEN

Esta jornada he elegido otra vez al Real Madrid por una simple razón, y es el buen inicio de su entrenador, Zinedine Zidane, y el buen juego que mostró en este partido. Aquí os dejo el resumen:

Ya es primavera en el Real Madrid. Sí, estamos en pleno enero y en la calle hace un frío del carajo, pero los brotes verdes han aparecido en el césped del Bernabéu. Los primeros días de una relación son de nube y sonrisa indisimulada, esa que hace que la gente pregunte, pero el partido deja argumentos además de ilusiones para pensar que Zidane ha cambiado a este equipo.
Se abusa en el periodismo deportivo del lenguaje violento para hablar de las goleadas. Demasiado. Pero es complicado a veces definir con dulzura situaciones como la que vivió el Sporting entre el minuto 7 y el 18. No es la primera vez, tampoco esta temporada, que el Madrid exhibe pegada ante un rival como si lo hiciera contra un muro de entrenamientos. Pero esta vez fue distinto.
Porque los goles vinieron acompañados de juego, del bueno, del que sabe diferenciar el aficionado como el especialista en jamones lo hace entre uno de cebo y uno de bellota. El primero llegó de córner. Kroos la puso y Bale, reconvertido en aeronáutico, cabeceó a la red. No dio tiempo a que los vecinos de asiento en la grada acabasen de imitar en el aire el remate del galés cuando Cristiano enganchó la bola y la mandó a la escuadra con la zurda a la media vuelta. Resonaba aún el eco del "goooool" del luso y se convirtió en "oooooooh" por el de Benzema. Una media chilena picada para sentenciar a los 12 minutos.


El Sporting había salido con más ganas que candidez, intentando encontrar huecos y con Halilovic afinando el violín, pero fue imposible. El suelo tembló bajo sus pies y quedó engullido por el terremoto blanco. Más cuando Cristiano aprovechó un centro de Carvajal, imperial en banda derecha, para hacer el cuarto antes del minuto 20. Encima Isco quiso jugar y dejó una asistencia de 'Vine' a Benzema para el 5-0 antes del descanso. Si tienen el día, ¿qué le vas a hacer?
Pero la gente que desfiló tras el pitido final se marchó a casa con una sensación agridulce por las lesiones de Bale y Benzema. Lo del galo, un golpe en el tobillo, no parece preocupante. Lo del galés, renacido y en su mejor momento, algo más. Entre camillas, gestos como el de Cristiano con Cases, una patada a destiempo que le pudo costar la roja (y no es la primera vez) y cambios el Madrid se durmió un poco en las rosas del resultado, que escondían alguna espina. Jony arrancó con rabia, partió a la defensa blanca y cedió para que Isma López evitase el 0 en el marcador rojiblanco. No era un partido de la Liga del Sporting, aunque a nadie le gusta que le goleen ni dar una imagen pobre en un estadio con señal de televisión para el planeta.
La sonrisa de Zidane es contagiosa. De momento, en dos partidos, ha cambiado la cara de los suyos, los del césped, los de la grada, los del bar y los que mañana van al cole contentos. La BBC conecta con Zizou. El MadriZ sigue feliz.